Destejer la historia. Los hilos de la memoria.
Destejer la historia. Los hilos de la memoria.
Artistas:
La exhibición reunió a 42 artistas de Ecuador, España y Venezuela que han explorado el tejido como medio artístico, y que en sus prácticas y procesos, son conscientes de las ricas tradiciones y la historia de este lenguaje a un nivel discursivo y estético. Las modalidades de participación fueron:
Artistas seleccionadas bajo convocatoria pública: Ana Fernández, Katya Cazar, Diana Valarezo, Shirma Guayasamín, Patricia Mayer, Mariola Kwasek, Andrea Vivi Ramírez, Clío Bravo, Deborah Morillo, Diana Escobar, Diana Gardeneira, Gabriela Bernal, Gabriela Egüez, Gabriela Paredes, Gabriela Zumba, Isabel Llaguno, Josselyn Cabezas, María Belén Arellano, María Dolores Charvet, María Fernanda Murray, Paola Arevalo, Roxana Tolaza, Saskya Fung Sang, Fernanda Arias, Saskia Calderón, Emilia González, Colectivo EUKARYA Periferia, Colectivo Zoila Fuente y Grupo de Investigación: Arte, Ciudad y Sociedad. Artistas invitadas: Pamela Hurtado, Consuelo Crespo, Paula Barragán, Clara Hidalgo, María Salazar, Janeth Méndez, Magdalena Pino, Verónica Silva, Alexandra Kuhn (Venezuela), Isis Zas (España), Esther Aguilar (España). Artistas y obras póstumas: Cecilia Benítez y María Belén Granda.
El título de la muestra surge de la similitud etimológica que existe entre la palabra castellana texto -y sus equivalentes en otros idiomas como testo (italiano), text (alemán e inglés), texte (francés)- y el derivado del verbo texere, que se traduce finalmente como: tejer, trenzar o entrelazar. Texto quiere decir tejido, las letras son los hilos que se entrelazan rítmicamente anudándose unas a otras para conformar un entramado simbólico. La construcción a partir de los anudamientos y el vaivén de la aguja, sirve como metáfora ante la estructuración de la generación de memoria a partir del texto, y con ello de la historia.
Destejer la historia. Los hilos de la memoria, propone tirar de esos hilos para destejer el discurso histórico actual donde las mujeres se encuentran invisibilizadas y volver a entrelazar los relatos olvidados. Se trata de una indagación en nuestros modos de construir(nos) en el tiempo desde la corporalidad de la materia y el espacio; un recorrido por memorias grabadas en el textil y de manera análoga en el texto, para agrietar nuestra percepción de los relatos oficiales.
Siendo la tejeduría a mano una de las artesanías más antiguas, numerosas culturas indígenas en la contemporaneidad conservan el tejido como parte de su identidad y tradición ancestral. En la época de fácil acceso a las imágenes, el apropiacionismo formal de los tejidos de diferentes culturas se ha convertido en uno de los debates contemporáneos centrales para las mujeres tejedoras. Al mismo tiempo la práctica artística contemporánea ha ido incorporando paulatinamente la potencia del tejido para contener y comunicar enunciados artísticos, cuestionando constantemente los cánones de validación entre arte y artesanía. La exploración de un sinnúmero de artistas que abordan la práctica textil en diferentes niveles plantea una relación transformadora del tejido como materia simbólica que permite problematizar sus diferentes complejidades históricas. El tejido se constituye entonces como un vehículo para el intercambio de saberes, un espacio para la dignificación del trabajo manual y un acto de resistencia en el que la acción de tejer subvierte el sentido de su antiguo confinamiento.
Leyla Dunia
2018